domingo, 23 de septiembre de 2018

"Ahi tienes a Tu Madre" Juan 19:27

"Ahi tienes a Tu Madre" Juan 19:27



En los años que fui miembro activo de la Iglesia Evangélica, escuche siempre sobre la Virgen María y observaba como algunos le restaban importancia a su papel dentro del Plan de Salvación (gracias a Dios mis maestros no), decían, o más bien, la acusaban que había tenido otros hijos según unos pasajes de la biblia (Mateo 12:46, Marcos 3:31, Lucas 8:19) a mi parecer, mal interpretados y eso la despojaba de ser virgen.

En mi vida los milagros que Dios ha hecho, cambiaron mi corazón y mi vida; al orar y leer la Palabra de Dios  me ayudan a seguir en el camino del Señor. Nunca he visto un ángel, no he tenido sueños ni visiones del reino de Dios, ni trompetas que suenan o un éxtasis sobrenatural, pero, mi vida ha cambiado por la fe, en esa palabra dada por hombres de Dios y se vuelve viva dentro de mí y es esa la razón por la cual no cometo los frutos de la carne (Galatas 5:19-21) o más bien me esfuerzo en no caer y aunque amo a mi esposa si no fuera por el amor de Dios y la obediencia a su palabra estaría en adulterio o borrachera o violencia o algo similar. Si la Palabra de Dios no tiene ese impacto en tu vida, entonces estamos muertos sin morir, por eso cada día sigo cambiando para Dios.

Ahora, te pregunto ¿si el Ángel Gabriel, uno de los principales delante de Dios, se te apareciera y te dijera que está embarazada, sabiendo tú que nadie te ha tocado nunca, nunca has tenido sexo, serias capas de estar con un hombre? O te entregarías en cuerpo y alma al Señor. José tiene una experiencia menos impactante y por un sueño Dios le ordena aceptar a María y protegerla ¿serias capas de tocar a una virgen tomada por el Señor? José protegió a María y al niño en su vientre  arriesgando su vida, ya que sabía que estaba obedeciendo a Dios. Ese es el poder de la palabra de Dios que cambia el rumbo de tu vida y te da nuevos objetivos. Por eso estoy seguro que María se mantuvo virgen, ya que, ella pertenecía a Dios. Yo lo hubiera hecho también.

El Apóstol Juan confirma esto al escribir en el evangelio, la última voluntad de Jesús en la cruz y parafraseo, Jesús le dice a Juan “Cuida a mi madre como tuya”, si  tenía más hermanos ¿por qué esa preocupación, sobre quien cuidaría a María?, María era viuda y ahora su único hijo estaba muriendo en la cruz, su destino era la mendicidad y pedir limosna, Jesús no la desamparó; la dejo al cuidado de unos de sus discípulos más fieles, es más, el único al pies de la cruz. Esa mujer había provocado tanto amor en Jesús que no resistió aceptar la solicitud de su madre en las bodas de Caná de Galilea, Jesús ama a su madre María.

La experiencia trascendental de la Virgen María, nadie en el mundo la repetirá, y ella sabía que era propiedad de Dios en cuerpo y alma, no lo mancharía teniendo sexo y José lo sabía, su labor no era tener sexo con María, su labor era proteger al niño y su madre, para eso había sido preparado toda su vida.

Piensa y analiza, Jesús no daría su madre a Juan si este no la necesitara y, no daría un hijo a María, si esta no lo necesitara. 

Ahora, pregúntate a ti mismo ¿con una experiencia como esta mi vida sería igual?

Jesús amo a su madre como un tesoro y lo confió a Juan su discípulo amado.

Autor: Jorge Antonio García Morgan