viernes, 1 de marzo de 2019

Melquisedec


Melquisedec



En la Biblia se menciona un personaje del cual se sabe poco (históricamente), su nombre es Melquisedec, Rey y Sumo Sacerdote del reino de Salem. El vocablo Malki-zedeq, en hebreo estándar; Malki-sedeq, en hebreo tiberino; o Melquisedec, tal como le conocemos actualmente en Occidente, significa literalmente rey de paz y rey de justicia.

La Biblia nos narra lo siguiente en el Génesis del capítulo 12 al 14, que Abram era un hombre mayor de 75 años, que salio de Ur de los Caldeos, junto con su bella esposa Sarai y su sobrino Lot (y una cantidad de bienes, no cuantificados), los cuales se aventuraron en busca de nuevas tierras, por una revelación que tuvo Abram de parte del Señor.

Se describe a Abram como un hombre devoto al Señor, en una fe monoteísta, en tiempos en que existían naciones pueblos como Ejipto, Canaan, Babilonia, Elasar, Gomorra, Sodoma, Elam, Goim, Adma, Zeboim, Zoar, Ur entre otros pueblos menores, los cuales practicaban una fe politeísta, que eran pueblos guerreros y gobernaban con mano duras sus territorios.

Abram fue bendecido por el Señor y su mano estaba con él, lo protegió de no morir, cuando el Faraón se enteró que al casarse con Sarai, se había casado con la esposa de Abram y no con su hermana, tal como este la había presentado. Lo prosperó cuando Lot tomo la mejor tierra; Abram era un hombre de  adoración y muestra de ello es que en cada instante levantaba un altar y adoraba, él era un rey y sacerdote de su casa.

Pero se da un incidente sin precedentes, que muestra un misterio, revelado años después, en la epístola a los Hebreos, el nombre de Melquisedec, quien es descrito como sumo sacerdote y rey de Salem, este personaje era tan importante para Abram, que cuando venía exhausto de haber derrotado a Quedorlaomer, rey de Elam, le ofreció el diezmo de todo lo conquistado,  no era cualquier rey al que había vencido Abram, era el rey que había derrotado y sometido a los reinos de Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela. Si leemos lo descrito con detalle en Génesis 14, Abram era rey y sacerdote de su familia-pueblo y muy rico, pero nadie se metía con él, el intervino solo para salvar a su sobrino Lot. La mano de Dios estaba con él, pero, él reconoció que Melquisedec, estaba por encima de él y estaba mucho más cerca del Señor y por eso le ofreció el diezmo y, de Melquisedec recibió una poderosa bendición vigente hasta el día de hoy.

«Bendito sea Abram por Dios Altísimo,  Creador de los cielos y la tierra. Y bendito sea Dios (El-Elyon) Altísimo que derrotó a tus enemigos por ti».

En el texto original hebreo Melquisedec bendijo a El-Elyon, quien se identifica con el Dios verdadero de Abraham. El-Elyon es una palabra compuesta en hebreo que significa “El Superior o EL Más Alto”, o sea, estoy invocando al que está por encima de todo y nadie está sobre Él.


En el Salmo 110 se presenta a Melquisedec como figura de David, quien a su vez es descrito como figura del Mesías: rey-sacerdote. La tradición patrística ha aprovechado y enriquecido esta exégesis alegórica, viendo en el pan y el vino ofrecidos por Melquisedec a Abraham una figura de la Eucaristía, y hasta un verdadero sacrificio, figura del sacrificio eucarístico, interpretación aceptada en el Canon de la Santa Misa. Incluso algunos Padres habían admitido que Melquisedec era una prefiguración del Hijo de Dios en persona.

En conclusión, Melquisedec pudo haber sido una pre-encarnación de Jesús, o bien el arcángel Miguel, e incluso un alto enviado de Dios con una misión específica. Para Dios nada es imposible. Lo que no podemos negar es su función y misión escatológica y celestial, ni tampoco su divinidad.

La epístolas a los Hebreos, escrita por Pablo de Tarso, nos lleva a unir a nuestro Señor Jesucristo con Melquisedec, en el establecimiento de un sacerdocio que no tiene fin, que no perece por envejecimiento y que no puede ser remplazado jamás. Jesús en la cruz del calvario y en su resurrección, se convirtió en Rey de reyes, Sumo Sacerdote y Señor de señores, por siempre y para siempre.

Apocalipsis lo describe como único digno de tomar el rollo de la mano del que está sentado en el trono y abrir sus sellos, además, todos incluyendo a los 24 ancianos, arrojaron sus coronas y se postraron ante el cordero.

De allí que si su Hijo es rey, su madre, la Virgen María, es Reina y Emperatriz por la gracia de su Hijo, quien, como Abram, derrotó al enemigo y hoy somos más que vencedores por Cristo Jesús.

Como siempre menciono, no se deje manipular y lea la Biblia, investigue y viva la fe con convicción.

Dios te bendiga. “He aquí la esclava del señor, hágase en mi según tu palabra”.

 

Estas son mis referencias:




 

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